
Cayetano Rivera pudo por fin comenzar su temporada tras la lesión que sufrió en una mano y le obligó a suspender varias corridas. Fue en Ubrique el sábado 10 de marzo y junto a su hermano Francisco, el tercero del cartel, El Cid.
La plaza de Ubrique, donde tuvo lugar la corrida colgó el cartel de no hay billetes. Para su reaparición Cayetano escogió el color rosa y recuperó su aspecto aniñado al afeitarse la barba que ha lucido en las últimas semanas. Cortó dos orejas y brindó a Julio Benítez,el hijo menor de el Cordobés que se encontraba en el callejón y que tomará la alternativa el próximo mes de mayo en Córdoba. Dos hijos de torero, de dos dinastías que se fundieron en un emotivo abrazo. También sus padres, Paquirri y El Cordobés, compartieron muchas tardes de gloria, que podrían repetirse ahora en la segunda generación.
Francisco Rivera no pudo conseguir trofeos pero brindó a su exsuegra, la Duquesa de Alba que estuvo en barrera. Vestida muy deportivamente, con pantalón vaquero estuvo acompañadade la Marquesa de Saltillo y disfrutó viendo a los hermanos Rivera por los que siente verdadero cariño.
Entre el público también estaban las hijas de otro torero, Jesulín. Andrea, hija de Belén Esteban, y Julia, hija de María José Campanario fueron a los toros con su abuela Carmen Bazán, y lo pasaron muy bien.
También se dejó ver Carmen Janeiro en compañía de su novio César, con el que se mostró muy cariñosa en la plaza.
Al finalizar su actuación, Cayetano que se vendó la mano derecha antes de entrar a matar comentó:
"Estaba deseando que comenzara ya la temporada, porque no es grato cambiar toda la preparación y dejar de torear por una lesión grave, pero gracias a Dios las cosas han salido muy bien.Lo más gratificante es observar que el público mantiene un gran interés y el balance que hago de esta reaparición es muy positivo".

