El diestro madrileño José Tomás ha cuajado una gran tarde y ha cortado tres orejas en la cuarta de la Feria del Caballo de Jerez además de sufrir una grave cornada en el cuello que a punto estuvo de tener consecuencias fatales.
Ficha del festejo: Toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados. El primero, noble aunque a menos. El segundo, noble y de buen juego. El tercero, manso. El cuarto, encastado. Y el quinto, complicado y con peligro.
Juan José Padilla: silencio y ovación.
José Tomás: dos orejas con petición de rabo y oreja.
Caro Gil: oreja y silencio tras aviso.
Jerez de la Frontera (Cádiz). Sábado 3 de Mayo. Cuarta de la Feria. Lleno de 'No hay Billetes'.
De sus dos labores, destacó fundamentalmente una gran faena a un buen toro de Núñez del Cuvillo que hizo segundo al que le cortó las dos orejas con petición de rabo en una de sus mejores faenas desde su reaparición el pasado año, según informa Burladero.com. [Vea parte de su faena]
Saludó muy templado a la verónica y posteriormente por chicuelinas. En dos tiempos el recibo de Tomás. El quite por gaoneras fue muy estático, hierático el torero, sin moverse. Cinco lances sin enmendarse. El diestro fue a brindar al público, el toro se le arrancó y Tomás le esperó tranquilo en la misma boca de riego y le ligó siete estatuarios con las zapatillas clavadas.
El toro, de muy buena condición, se venía muy de largo y Tomás le dio sitio para cuajarle soberbias series de muletazos largos y encajados. Si bueno fue ésto, al natural bordó el toreo. Ligando los muletazos. Larguísimos los naturales, con temple. Toreo caro del de Galapagar. Se gustó en los remates y se prodigó en ellos. Tras la estocada se le pidió con fuerza el rabo que no cocedió la presidencia.
El quinto fue un toro con peligro y complicaciones que Tomás se lo sacó a los medios y lo toreó como si fuera bueno. Muy quieto, consintiéndole mucho y tragando una barbaridad. Fue volteado cuando porfiaba en pase de pecho y posteriormente fue de nuevo alcanzado mientras preparaba al toro para entrar a matar, propinándole el toro un pitonazo en el cuello que ha rozado la yugular y que le obligó a pasar a la enfermería después de recoger la oreja.
El gaditano Caro Gil ha paseado una oreja de su primero después de firmar una sincera y muy entregada actuación hoy en Jerez. Ese primero fue un toro muy manso que arreó desde el principio y que presentó problemas. Caro Gil, muy entregado, sufrió dos fuertes volteretas en la faena de muleta.
Una mientras porfiaba para un pase de pecho y otra espeluznante a la hora de matar que prendió al diestro de muy fea manera de la que, milagrosamente, se salvó Caro Gil aunque no del todo, puesto que presenta un puntazo en la nalga derecha además de la lógica paliza.
El torero gaditano, sin embargo, dejó con este tercero algún muletazo suelto de bella factura, componiendo bien el torero y rematando el trasteo con una colección de floridos remates. El sexto fue un toro encastado y con trasmisión con el que Caro Gil, sin poder cimentar la faena, sí dejó buenos muletazos aislados.
El diestro jerezano Juan José Padilla, que abría plaza, ha puesto muchas ganas en su primera actuación, banderilleando incluso pese a no encontrarse en plenitud de condiciones por el percance sufrido hace tres días en el campo.
El toro, que galopó muy bien en los primeros tercios, terminó a menos y en la faena se fue rajando, condicionado Padilla por el viento tuvo que cerrarlo demasiado pronto y el toro empeoró su condición. Silencio fue su balance. El cuarto, manejable, volvió a demostrar voluntar y ganas en todos los tercios aunque el toro se terminó parando.
Faro de Chipiona
